martes, 28 de abril de 2015

UN APUNTE SOBRE LA PAZ

En la pasada semana santa viaje por primera vez a Londres. Una visita que estaba en mi lista de "cosas ha hacer" desde hace tiempo. Lo que vi de la ciudad me encantó. Inglaterra tiene una energía muy familiar para mí, seguro que en mi adn hay memorias ancestrales cuyo origen se encuentra en las Islas Británicas. La ciudad es enorme y con tres días poco se puede hacer pero aún así, pateé mucho y observé cosas curiosas que me hicieron reflexionar. Encontramos bastantes monumentos al soldado caído, homenajes a diferentes contiendas y estatuas de héroes locales y caí en la cuenta de que es un país que ha estado en todas las guerras, ha sido colonizador y sigue siendo muy influyente en el devenir del mundo. Y me pregunté ¿cuántas más contiendas se necesitan en el planeta para darse cuenta de que así no se solucionan los conflictos? ¿cuántas personas han de morir para aprender a convivir? ¿cuántos más monumentos se han de levantar para recordar que en una guerra todos perdemos?



Días después de regresar del viaje la noticia fue las muertes de africanos en el mar mediterráneo huyendo de sus países en guerra, la pobreza y la desesperanza y la respuesta de nuestros gobiernos ha sido muy tibia por calificarla de algún modo.

¿De verdad es tan difícil solucionar un conflicto? Si y No, depende de los intereses de cada uno. Si dejamos de medir la vida por el "rendimiento económico", "comodidad" y "placeres inmediatos" probablemente encontraremos vías de entendimiento, pero si seguimos priorizando "el miedo" a "la vida" entonces vamos a seguir con el desolador panorama que muestras las noticias cada día.

Para mí todo cambio debe partir del propio individuo para llegar a conseguir un cambio de conciencia y por tanto un cambio de realidad. La Paz es un estado del Ser y al igual que el Amor es una meta alcanzable porque ya es nuestra, está en nosotros, sólo cabe recordar y actuar en consecuencia.

No me corresponde decir cómo ha de vivir cada quien pero si te invito a reflexionar, a meditar, a considerar otras opciones de vida más respetuosas, flexibles y tolerantes. Que tal si nuestros representantes meditaran/respiraran juntos antes de una reunión, que tal si hiciéramos lo mismo antes de una reunión familiar, en el colegio, en un momento del día en familia, en casa, en la oficina, con nuestros amigos, juntos, unidos por un bien común y no sólo por un interés personal, partidista, social ... Que tal si cerramos las fábricas de armas y las transformamos en fábricas de vida ... Que tal si abandonamos el miedo a vivir, a saber, a existir y empezamos a disfrutar de este magnífico viaje que es la vida que tenemos ahora.



La Tierra se queja también, voluntariamente o provocada, a través de erupciones volcánicas, terremotos, inundaciones, alteraciones del campo electromagnético, erupciones solares... qué más necesitamos para empezar a ser agradecidos, amorosos, respetuosos y empezar a mirarnos a los ojos y ver la luz que somos todos. No hay una solución al mundo porque el mundo no necesita ser solucionado, hay un viaje de despertar individual que cambia el mundo a medida que cambiamos nosotros.

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