Os comparto, con su permiso, este artículo realizado por mi amigo Manu Paredes y que considero interesante y acertado en sus reflexiones y exposición. Fue realizado para un trabajo que le pidiero para clase.
Rosa Vendrell.
IDENTIDAD CULTURAL, NACIONALISMO, PROGRESO Y CRISIS Manu Paredes, 24.1.2012
El olvido y el espejismo de lo real
Dice la leyenda que cuando Adán y Eva comieron los frutos del árbol del conocimiento del bien y del mal, un velo de ignorancia les cubrió a ambos, olvidando inmediatamente quienes eran en realidad y quedando abocados consecuentemente a la incertidumbre y la relatividad de las creencias, la crítica, los juicios, la culpa y el miedo.
En mi opinión, gran parte del problema de nuestro tiempo es debida a que, como Adán y Eva, nuestra ignorancia nos impide recordar qué somos y que, por tanto, para evitar la incertidumbre y el miedo de no saber quienes somos, necesitamos abrazarnos a etiquetas, costumbres, banderas de colores, insignias, etc. Todo para evitar sentirnos desprotegidos y aislados del resto. Y, sin embargo, todos sabemos en el fondo, que todo esto es falso. Todas estas etiquetas, costumbres e identidades son totalmente circunstanciales y si hubiéramos nacido en otra parte del mundo, tendríamos otras creencias e identidades. En definitiva, aquello que somos no es aquello que creemos que somos o que nos han dicho que somos desde que nacemos.
Crisis económica o crisis política
Dicen que es en los malos momentos cuando uno se da cuenta de quiénes son sus verdaderos amigos. Con la crisis económica española pasa un poco lo mismo. Gracias a la crisis, nos damos cuenta mejor de cómo son todas las personas involucradas en ella, sus miedos, sus preocupaciones, sus miserias y, también, sus bondades. En mi caso, ya desde hace varios años me dí cuenta de que si te tomas en serio lo que se dice por los medios de comunicación de masas y a los políticos de turno, puedes llegar a enfermar puesto que lo que los políticos dicen no tiene, normalmente ninguna lógica. Un día dicen una cosa, otro dicen otra. Juegan con las palabras, no concretan, directamente mienten o simplemente olvidan lo que dijeron hace solo unos meses atrás. Por cierto que pienso que el bipartidismo favorece este sinsentido. Fomentar la polaridad, la crispación y el odio entre bandos diferentes es muy rentable electoralmente y, a la vez, convierte a la ciudadanía en marionetas movidas más por sentimientos y emociones de aversión y/o atracción que por razonamientos lógicos. No. Los políticos y sus discursos no tienen base racional, no pretenden la concordia entre las personas ni fomentan la cultivación intelectual y emocional de las personas.
Se podría pensar en culpar a los políticos de todo. Sin embargo, los políticos son un reflejo de la sociedad y, por tanto, reflejan la situación de la consciencia de la sociedad española. Mientras que dicha consciencia no evolucione, dejando un lado el miedo y el sentimiento de separación respecto a las personas de partido político diferente, no haremos más que dar vueltas en círculo. Los ciudadanos prefieren malo conocido a bueno por conocer, votando siempre lo mismo. Sin embargo, siento que está llegando el día en que el ciudadano perderá el miedo y preferirá arriesgarse a un cambio drástico del sistema de poder que nos controla. El punto clave entonces será si somos capaces de llevar a cabo ese cambio desde el amor o, de nuevo y como siempre a lo largo de nuestra historia, desde el miedo y la violencia.
En España da la sensación de que la crisis económica a la que el globalismo capitalista nos ha llevado está fuera del control de los estados y que, por tanto, las “medidas de ajuste económico” están dictadas por entres supranacionales como la UE, FMI, etc. ¿Cómo es posible que nuestros gobernantes hayan dejado que España haya quedado tan indefensa y desprotegida frente a las inclemencias económicas globales? ¿Cómo es posible que, en vez de reflotar bancos con dinero público, no se depure el sistema juzgando a los políticos, banqueros y gestores que nos han llevado a esta banca rota? (Tomemos como ejemplo Islandia que decidió suspender pagos y encarcelar a banqueros corruptos. Presiento que ellos saldrán mucho antes de la crisis que nosotros puesto que ellos han cogido al toro por los cuernos!)
Toda esta situación ha conllevado también a una crisis política en que todo está en cuestión y nada es de fiar. ¿Es esto necesariamente malo? Yo pienso que no. Esta bien darse cuenta que aquello que es falso, por fin quede al descubierto. Políticos, iglesia, monarquía, fuerzas de violencia gubernamental, etc. Todo debe quedar en evidencia y debe replantearse. Sin embargo, la lección de madurez que en estos momentos debemos aprender es que aunque lo recuestionemos todo, esta vez, debemos hacer el esfuerzo de respetar a los demás, sean o no de nuestro bando político o ideológico. El otro no es más que otro yo que ha vivido y experimentado otra realidad. Sin embargo, todos albergamos en el corazón el deseo de vivir en paz y amor. Eso es lo que tenemos todos en común. ¿Seremos capaces de lograrlo?
