miércoles, 28 de agosto de 2013

TESOROS EN EL TRASTERO QUE COMPARTO CON VOSOTROS

Esta entrada es un reencuentro con todas las personas que visitan este blog y dedican un tiempo a echar un vistazo y leer alguno de los contenidos del mismo...gracias...gracias...gracias.

Hace meses, no sé cuántos y tampoco importa, entré en un espacio de introspección que me ha llevado a lugares de mi mente, emoción-sentimiento, cuerpo y espíritu que han incrementado mi conocimiento de mi misma, del proceso de vida y me ha permitido dar respuesta a incógnitas y asuntos inconclusos que ahora están perfectamente ubicados y clarificados.

Como en todo proceso de vida una parte importante del pasado se ha liberado y me siento más libre, ligera, joven y renovada. En este proceso ha habido una parte física importante que ha consistido en vaciar un trastero que guardaba la mayoría de mis libros (ahora ordenados en una preciosa libreria) y un montón de cosas que he ido dando (aquellas que se han conservado en buenas condiciones) y tirando en los diferentes contenedores y ecoparques de la ciudad. Me ha llevado semanas ocuparme de todo este trabajo y no siento ninguna prisa por llenar aquello que he vaciado...más bien quiero seguir vaciando y descubriendo lo que hay detrás, debajo y oculto tras recuerdos, creencias, vivencias, ideas, experiencias y tantas y tantas cosas que me conforman en la persona que soy hoy. Transformar sería la palabra clave en este proceso.

Os quiero compartir un escrito que encontré entre los papeles archivados de autor desconocido y que debió darme alguien porque no está escrito con mi letra y no está firmado y que me parece muy adecuado para este proceso de cambio...y una poesía de Rudyar Kipling...confio os sirvan en vuestro proceso de vida...siempre en la energia del amor. Gracias.



"¡Ah, Himbal, Himbal! Porque murió tu padre dejas que la tristeza roa tu corazón y convierta tu sangre en lágrimas. ¿Qué harás cuando muera toda tu familia? ¿qué harás cuando todos los padres y todas las madres y todas las hermanas y hermanos de este mundo fallezcan ante tí, ante tus ojos?

Tu padre no está muerto Himbal. Ni está muerta tampoco su forma y su sombra. Pero están muertos, verdaderamente muertos, tus sentidos para ver la forma y la sombra transformada de tu padre, pues hay formas tan tenues, con sombras tan sutiles, que los ojos toscos del hombre no pueden percibir.

La sombra de un cedro en la floresta no es la misma que la de un cedro transformado en mástil de navío, o en pilar de un templo, o en cadalso de un patíbulo. Y la sombra de aquel cedro no es la misma al sol que a la luz de la luna, o de las estrellas, o de la bruma purpúrea del crepúsculo.

Aunque aquel cedro, no importa cuanto haya sido transformado, viva como cedro, los demás cedros de la floresta ya no le reconocerán como a su hermano de antaño.

¿Puede el gusano de seda que está sobre las hojas, reconocer como su hermana a la crisálida que está adormecida en el capullo de seda? ¿o puede ésta reconocer como hermana a la mariposa de seda que está volando?

¿Puede el grano de trigo que está enterrado en la tierra reconocer su parentesco con la espiga de trigo que crece sobre la tierra?

¿Pueden los vapores del aire, o las aguas del mar, reconocer como hermanos y hermanas a los carámbanos de hielo que están en la caverna de la montaña?

¿Puede la tierra reconocer como hermano al meteorito que cae sobre ella desde las profundidades del espacio?

Por el hecho de que tu padre está ahora en una luz a la que tus ojos no están acostumbrados y en una forma que tu no puedes percibir, dices que tu padre no existe. Mas el yo material del hombre, no importa cuando haya sido modificado y hacia donde haya sido transportado, siempre proyecta una sombra, hasta que se haya disuelto por completo en el Yo Divino del hombre".

Recordar que estamos inmersos en un proceso de cambio contínuo y de transformación, que cada día partes de nosotros mueren y aparecen nuevas formas, oportunidades, ideas, espacios, relaciones... que aunque en un principio no reconozcamos son nosotros mismos... mantén tu mente abierta, tu corazón abierto y tu mejor disposición en cada momento para aprender y experimentar tu vida...es un gran regalo.

"Si conservas tu serenidad cuando en torno tuyo
todos la pierden y te echan la culpa,
si puedes, cuando todos dudan de ti,
confiar en ti mismo
y perdonarles su desconfianza,
si eres capaz de esperar sin cansarte
o, cuando te mienten, no apelas a la mentira.
Y, siendo odiado, no odias. Y, con todo
no apareces como demasiado bueno ni pones cara de virtud.
Si puedes soñar sin que tus sueños te dominen.
Y pensar sin querer imponer tus pensamientos.
Si puedes hallar al triunfo y al fracaso
y tratar de igual modo a estos dos impostores.
Si puedes soportar oir como la verdad que tu has dicho
es tergiversada para engarñar a tontos
y, contemplar derruidas las cosas a que dedicaste tu vida,
condesciendes a reconstruirlas con tus herramientas rotas.
Si eres capaz de amontonar todas tus ganancias
y arriesgarlas en un a sola jugada
y perder
y volver sin un suspiro ni una queja.
Si puedes formzar tus músculos y nervios
a cumplir tu misión más allá del agotamiento
y te sostienes cuando ya no te queda más que tu voluntad
que te grita:
                     ¡Persevera!
Si eres capaz de charlar con las gentes y conservarte virtuoso
o ir en compañiá de reyes sin perder el trato común.
Si ni amigos ni enemigos pueden dañarte.
Si todos los hombres confían en ti pero ninguno de sobras.
Si eres capaz de llenar el inexorable minuto
con sesenta segundos preciosos,
tuya será la tierra y cuanto ella contiene
y, lo que es más, tu serás un hombre, ¡hijo mío!".
                                                                          RUDYAR KIPLING

En la energía del amor.
Rosa.

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