UN
CUARTO PROPIO Virginia Woolf
Editorial
Lumen. Ensayo
150
páginas. Mayo 2013
Edición
ilustrada por Becca Stadtlander
Traducción:
Jorge Luis Borges
Prólogo:
Kirmen Uribe
Virginia
Woolf (1882-1941), escritora británica, considerada una de las más
destacadas figuras del modernismo anglosajón del siglo XX y del
feminismo internacional, con una bibliografía muy extensa: novelas,
teatro, biografías, diarios, cuentos... Algunas de sus obras más
famosas son: La
señora Dalloway, Al faro, Orlando: una biografía,
y Las
olas.
Como escritora rompió los esquemas narrativos precedentes.
Su vida y su obra han sido objeto de diferentes estudios. Su figura
en la historia de la literatura es de gran relevancia. Se cree que
los problemas de salud, que la acompañaron desde niña, fueron la
causa de su suicidio. Entre los temas de su obra encontramos:
feminismo, sexualidad, judaísmo, guerra, clases sociales.
Un
cuarto propio
es un ensayo basado en una serie de conferencias que la autora
desarrolló en octubre de 1928 en el Newnham College y el Girton
College, ambas universidades femeninas de la Universidad de
Cambridge, y publicado por primera vez en en octubre de 1929. En él
se exponen las muchas dificultades que encuentra la mujer, no solo
para poder escribir, sino para tener acceso a la educación, en una
sociedad dominada y controlada por el hombre, en la que la mujer está
totalmente sometida, y en la que, la diferencia de clases agrava, aún
más si cabe, la existencia femenina. Su exposición es un recorrido
por la literatura del siglo XIX y principios del XX, en el que
destaca la ausencia de poetisas, novelistas o escritoras, no porque
no las hubiera, sino por el ninguneo a que son sometidas por parte de
una sociedad patriarcal en la que la vida de las mujeres debe
centrarse en el cuidado de la casa, los hijos, las personas mayores,
y la total disponibilidad hacia los placeres de los hombres.
Consideradas débiles mentales y sin espíritu, se veía como algo
impropio de su condición y sexo que mostraran interés en adquirir
formación académica, y en dedicarse profesionalmente a la escritura
o las artes, aduciendo, entre otras lindezas, que la mejor de las
obras escritas por una mujer no sería ni comparable a la peor
escrita por un hombre.
“...,
pero ahí estaba yo en la puerta misma de la biblioteca. Debo,
haberla abierto, porque inmediatamente surgió, como un ángel
guardián, vedando el camino, con una agitación de ropaje negro en
lugar de alas blancas, un caballero suplicante, plateado y bondadoso,
que deploró en voz baja, al despedirme, que la entrada a la
biblioteca sólo fuera permitida a señoras acompañadas por un
profesor del colegio o provistas de una carta de presentación.”
Virginia
Woolf va exponiendo y rebatiendo cada uno de los argumentos que han
esgrimido pensadores, filósofos, académicos, hombres en su
masculinidad, frente a la mujer, incluso crea el personaje de Judith,
hermana de Shakespeare, para comparar cómo habría sido su vida de
haber sido ella la autora de las obras de su hermano (“Les he dicho
en el curso de esta conferencia que Shakespeare tenía una hermana;
pero no la busquen en la auténtica biografía de Sir Sidney Lee”).
Compara el valor literario entre la poesía y la novela, y como esta
diferencia también se utilizó para perjudicar y minusvalorar las
obras de escritoras como Jane Austen o las Hermanas Brontë.
Siento
verdadera admiración por esta mujer, Virginia Woolf, inteligente,
rebelde, de mente y corazón abiertos, una escritora singular, muy
personal. Un cuarto propio es una detallada descripción de la
situación de la mujer en la sociedad y en la literatura, clara,
directa, sin victimismo y con cierta ironía, y también, de los
logros, las virtudes y el valor de lo femenino. Woolf concluye que si
las mujeres han sido capaces de escribir en las peores circunstancia
posibles, qué no lograrían si contaran con dinero y una habitación
propia. -Si una mujer escribía, tenía que hacerlo en la sala
común-. Nos recuerda que -las mujeres nunca tienen una media hora...
que sea realmente de ellas-. Y advierte que -hasta el fin de sus días
Jane Austen escribía así-. La contundente conclusión era que -una
mujer no podía salir sola-. Aunque centrada en el principio del
siglo XX y siglos anteriores, su contenido y discurso es de plena
actualidad. Es una obra a leer y volver a leer, al menos, una vez al
año, para comprender, recordar, cambiar y crear un cuarto propio.
Hay
que hacer mención a las ilustraciones que embellecen esta edición
de Un cuarto propio, creadas por Becca Stadtlander, que
otorgan mayor valor a un libro cuyo contenido es infinitamente
valioso. Becca ilustra, en cada capítulo, un cuarto, un estudio, una
sala diferente y personal. Un trabajo precioso. Y, también, debe ser
destacado el prólogo escrito por Kirmen Uribe que describe la
esencia de este ensayo.
Lámina y sobrecubierta del libro. enmarcada y adornando una pared de mi casa. |
Virgina Woolf, siempre buscando rebasar los límites dentro y fuera de ella, de la sociedad y de lo establecido, de la cordura y de la locura, de la vida y de la muerte... leerla es eso. Gracias, Rosa, por acercarla.
ResponderEliminarGracias Eva Monzón por tu valioso comentario que me recuerda a lo que yo siento cuando leo tus novelas.
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